SonRisas trabaja para brindar a chicos en situación de vulnerabilidad un espacio de formación, recreación, contención y expresión, en donde puedan encontrar un marco adecuado para el desarrollo de su niñez.
En este espacio se realiza un seguimiento de su educación y se la complementa con apoyo escolar, talleres de alfabetización, un taller para la primera infancia y diversos talleres orientados a niños y adolescentes con finalidades educativas, recreacionales y de formación.
Con el aporte de empresas y particulares, SonRisas gestiona también los recursos para acercarles a las familias con las que trabaja, elementos para mejorar su calidad de vida. Empezando por asegurarles la necesidad básica de la alimentación, a través un programa que brinda alimentos a las familias en grado de mayor necesidad, analizando estos casos en base a censos realizados en la zona, el conocimiento del terreno y solicitando a cambio una contraprestación de los adultos de la familia en trabajo comunitario. SonRisas no funciona como un comedor. Los alimentos se entregan para comer en el hogar y en familia. La contraprestación no sólo posibilita la realización de importantes tareas cotidianas de la organización, también dignifica a la beneficiados y genera participación. SonRisas trabaja generando alianzas con tres actores fundamentales: la Familia, la Escuela y el Estado. El rol de cada uno de ellos es fundamental e imprescindible en el desarrollo de los chicos y SonRisas no quiere ni puede reemplazarlos. Gracias a ello es posible no sólo a cubrir las necesidades básicas, sino a su vez, generar en los chicos las condiciones necesarias para poder enfrentar realidades adversas, creando así herramientas claves para que en su adultez sean sujetos de derecho, con educación, valores y oportunidades. De esta manera se busca que puedan tener un infancia digna que les permita alcanzar un futuro con más oportunidades y así educar a sus futuros hijos con otra perspectiva de realidad.