Firenze nace del esfuerzo y la pasión transmitidos de generación en generación. Don Plácido Salamone y su esposa Doña Josefa Mastrogiovanni llegaron de Sicilia (Italia) en 1966 a Córdoba, Argentina, donde instalaron una pequeña panificadora artesanal con horno a leña. El emprendimiento familiar fue creciendo, los hijos de Plácido y Josefa aprendieron con entusiasmo los secretos de la profesión, y trabajaron para hacer de la empresa familiar una panificadora cada vez más reconocida y prestigiosa. Veinte años después, con el nombre de Firenze SRL, se adquirió el primer horno rotativo, lo que permitió mejorar la capacidad de producción adquirida hasta el momento.