Tal vez algunos nos conozcan por la terraza donde muchos han venido a chelear con nosotros algún jueves. por "el licenciado", nuestro bulldog y “gerente de seguridad corporativa” que nunca deja su intento por cruzarse con la pantorrilla de cualquier visitante. por la pared llena de recuerdos ilustrados que guardan un poco del talento de todos los que han pasado por aquí. porque tenemos un estacionamiento de donde sacar un auto es más complicado que jugar al tetris. por tener dos baños con tina en la que sólo se ha bañado nuestro portero. por el vitral de nuestra sala de juntas en el que se ve un personaje idéntico a uno de nuestros directores creativos. por tener una escalera de caracol donde dicen que se mató una persona; o por el fantasma de esa persona que "espanta" a los que se quedan a trabajar hasta tarde. por el horrible sillón en forma de hueso de nuestra recepción. por tener un árbol de duraznos del cual nunca hemos probado ninguno. pero también nos gusta que la gente nos conozca por las campañas que hemos hecho. por las ideas que llevamos a nuestros clientes. por morir en la raya buscando hacer las cosas de manera diferente, nos salga o no. por hacer campañas que hacen llorar a las abuelas y también anuncios que le gustan a los niños. por ser una agencia joven pero con mucha experiencia y talento. por ser amigos de nuestros clientes. por trabajar todos los días para ser mejores. pero sobre todo, nos gusta ser conocidos por ser una agencia más de amigos que de empleados.