En 1984 el Parlamento español creó Enresa como una entidad de carácter público y sin ánimo de lucro, responsable de la gestión de los residuos radiactivos. Nace así Enresa, una compañía creada para cumplir con un servicio público esencial: recoger, tratar, acondicionar y almacenar los residuos radiactivos que se generan en cualquier punto del Estado español.
Por lo tanto, la misión de Enresa es proteger a las personas y al medio ambiente de los residuos radiactivos. También es cometido de Enresa el desmantelamiento de las instalaciones nucleares y radiactivas en desuso y la restauración ambiental de las minas de uranio.