El Instituto Nacional de Bellas Artes creó la Coordinación Nacional de Teatro para atender de manera concentrada todos los aspectos relacionados específicamente con el hecho teatral; para escuchar las necesidades y propuestas de la comunidad artística y ofrecer a la sociedad una diversa y rica programación en los espacios escénicos que tiene a su cargo, como punto de partida y hacia los estados de la federación.
La Coordinación tiene la convicción de que el teatro es un bien social, un derecho de la población y un encuentro lúdico entre las personas que permite la reflexión; bajo esta premisa la figura del espectador se convierte en una parte vital para el hecho escénico y la confrontación de los procesos creativos. Todo esto nos lleva a consolidar, a través de la programación, una oferta teatral que cumpla satisfactoriamente con sus necesidades y expectativas.
Parte de las responsabilidades que tenemos como Coordinación es proponer líneas conceptuales para el quehacer artístico, generadas del conocimiento y seguimiento del desarrollo teatral en el país, que provoquen la experimentación y la consolidación de los distintos lenguajes emergentes y la conservación teatral mexicana.