La salmonicultura comenzó cuando no había internet, la telefonía móvil era una rareza y pasar noches en vela sobre una balsa para cuidar los salmones era usual. Ni hablar de la conectividad en Puerto Aguirre, Quellón, Melinka, Hornopirén y Puerto Chacabuco, por nombrar solo algunas ciudades con las que nos vinculamos hasta hoy.
Al igual que en sus inicios, el sector se sustenta en la innovación, uso permanente de tecnologías, ciencia aplicada, fortalecimiento del capital humano y un constante trabajo público-privado.
Uno de los principales desafíos de SalmonChile es unir a la industria para trabajar bajo los mejores estándares medioambientales, económicos y sociales, conscientes de su rol en los territorios donde es parte. Por eso, tenemos presencia en La Araucanía, Los Lagos, Chiloé y Aysén.
La industria del salmón es el segundo sector exportador más grande del país y el segundo productor de salmones del mundo, abasteciendo a más de 100 mercados en el mundo. Junto a ella, se desarrollan más de 4.000 pymes y generamos más de 70.000 empleos directos e indirectos en las regiones de La Araucanía, Los Lagos, Aysén y Magallanes.