Su origen se remonta a principios del siglo XX y su transformación siempre ha ido ligada a la de Barcelona, formando una parte importante del ADN de la ciudad y de su gente.
Situada en el corazón de la avenida Paral·lel, centro neurálgico de la escena cultural de la ciudad y nexo entre el Raval, el Poble Sec y Sant Antoni, Apolo nació como parque de atracciones. Desde entonces ha alojado una sala de baile, un bingo, un club de patinaje profesional, una discoteca… hasta convertirse en la sala de conciertos y club nocturno que es en la actualidad.
Apolo es el destino preferente de los públicos más diversos, y cada día de la semana acoge sesiones de club, conciertos, ciclos y otros eventos musicales de Barcelona. Heredera de la cultura de club, toca todas las teclas: rock, pop, indie, house, techno, disco, reggae, jungle, dub, dancehall, drum'n'bass, funk, reggaeton, trap, hip-hop entre muchos otros estilos, la lista es interminable.
Por los escenarios de Sala Apolo, La (2) y La (3) han pasado más de 13.000 grupos y 6.500 DJ y productores en representación tanto de las propuestas más populares como de las nuevas tendencias emergentes. Artistas internacionales del nivel de Coldplay, Tindersticks, Interpol, Kings of Leon, The Killers, The Fall, Iron & Wine, The Hives, Rufus Wainwright, Mark Almond, Superfurry Animals, Justice, Alboroise, Gregory Isaacs, The Wailers, Laurent Garnier, Ellen Allien, Dj Rush o Maceo Plex, y nacionales como La Pegatina, Txarango, Sílvia Pérez Cruz, La Mala Rodríguez, Green Valley, Rapsusklei o John Talabot.
En paralelo, hace una apuesta por el nuevo talento y el impulso de nuevos proyectos a través del LAB, una plataforma dedicada a las ideas, el aprendizaje, la tecnología, el activismo y la expresión artística, y de su propio concurso de bandas anual, Bala Perduda.
Recientemente, la sala ha ampliado su actividad con la aparición de L'Estudi, un espacio de creación, producción y difusión de contenidos audiovisuales.