La irrupción de Jesús Lence en el sector lácteo se produjo, como a él mismo le gustaba contar, por “una casualidad de la leche”. Tras verse al borde de la quiebra en su primera aventura empresarial, nuestro fundador aceptó tres camiones cisterna para transportar leche como pago de un cliente. Así fue como lo que parecía el fin se convirtió en el principio de su mayor triunfo empresarial y el punto de partida del gran grupo que Lence constituye hoy día. Su éxito no fue fruto de la casualidad, sino de vivir sus valores: coraje para ser uno mismo, persistencia para alcanzar las metas, iniciativa para hacer que las cosas pasen y colaboración, porque juntos llegamos más lejos. Nuestras actividades son esenciales para impulsar la economía gallega, nos preocupamos por la creación de empleo de calidad y proporcionamos bienes y servicios fundamentales para la población. Nacimos en Galicia y nuestras empresas desarrollan su actividad en esta tierra, pero mantenemos la ilusión de hacer crecer tanto nuestro equipo como los logros de nuestra compañía, priorizando siempre nuestro apoyo a las comunidades locales y potenciando el desarrollo rural, fomentando la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente.