La Pontificia Universidad Católica del Ecuador es la más antigua de las universidades privadas del Ecuador: comenzó su singladura el 4 de noviembre de 1946. Pero, además, se tiene por heredera de la antigua Universidad San Gregorio, fundada por los jesuitas en Quito a comienzos del siglo XVII.
Como nacida del corazón de la iglesia quiteña, y dirigida y administrada por los jesuitas, hace gala de su inspiración cristiana, que propone a todos los miembros de la comunidad universitaria, y de su radicación en la pedagogía ignaciana, cuyo propósito en apretada síntesis es formar hombres y mujeres para los demás.
Con su sede matriz en Quito, y sus cinco sedes en Ambato, Esmeraldas, Ibarra, Manabí y Santo Domingo de los Tsáchilas, forma un sistema nacional: el SINAPUCE.
Su propósito es contribuir al desarrollo de la dignidad humana y a la custodia y enriquecimiento de nuestra herencia cultural. Y consiguientemente a una mejor calidad de la vida para todas y todos los ecuatorianos, mediante la búsqueda del saber y la verdad en la investigación, la transmisión del saber en la docencia, y el servicio del saber en la extensión universitaria.