En 1914, La Duquesita abre en la calle Fernando VI y comienza la historia de una pastelería emblemática en Madrid, distinguida por sus postres y dulces artesanos.
Desde sus inicios, la pastelería se asocia a calidad y tradición. En los años 30, Romualdo Santamaría se hace cargo de La Duquesita, a quien sucede su hijo y posteriormente su nieto, Luis Santamaría, tercera generación de pasteleros, con quien el establecimiento se convierte en centenario y se consolida como referencia en la gastronomía dulce de Madrid.
A pesar de su historia, en junio de 2015, La Duquesita cierra por primera vez desde sus inicios y concluye, con ello, una primera etapa de su historia. Pero se trata de un cierre temporal. Seis meses después, el 30 de diciembre de 2015, La Duquesita vuelve a abrir en Madrid de la mano de Oriol Balaguer, que retoma el proyecto con el objetivo de mantener la tradición.