EL IMPARCIAL del siglo XIX nació independiente porque fue el primero en España en romper con la costumbre de hacer diarios de partido político. Fue una empresa periodística independiente, por eso tuvo un éxito espectacular. Cuando por altruismo, pero por error, quiso ayudar a una facción del partido Liberal (en 1906) o a un monarca como Alfonso XIII, tergiversó su propia semántica, arruinando su empresa sin servir a la libertad. Para el siglo XXI, queremos, además de un diario que recobre y conserve una distancia higiénica con los partidos y el poder político, un periódico que rompa con la dependencia de nuestro tiempo: la de hacer una prensa al servicio de grandes grupos de interés. No se nos encontrará, pues, en la gestión de concesiones porque el nuestro será el negocio de la verdad: de la verdad de los hechos confirmados, de su interpretación responsable y de su análisis profesional objetivo. Queremos ser sencilla y exclusivamente lo que proclamamos querer hacer: un diario liberal e independiente al servicio de la información y el análisis.