Mercado gourmet
Una cultura de trabajo familiar
La historia de Casa Rica comienza con el arribo desde Alemania de Don Walter Lange (comerciante) y Benedikto Hiebl (panadero) en Asunción, Paraguay, en los años veinte. Don Benedikto empezó como albañil y luego de varias labores por la zona de Villarrica empezó su modesta producción de panes y venta a domicilio. Don Walter se dedicó al comercio internacional. Con ellos se iniciaba una cultura de trabajo.
Sus hijos se conocieron y se casaron en la ciudad de Asunción. Con el transcurrir de los años, la hija de Don Walter y nuera de Don Benedikto, la Sra. Hertha Lange de Hiebl, abrió en 1.989 su propio local de cocina alemana, ubicado en el entonces tranquilo barrio de Villa Morra. Desde ahí, deleitaba al público con recetas tradicionales como el apfelstrudel, milanesas, stollen y bretzels.
A modo de poder elaborar las recetas auténticamente alemanas, y lograr la calidad acostumbrada, comenzaron a importar desde el país europeo ingredientes especiales que necesitaban como materia prima.
Con el tiempo, Hertha decidió hacer crecer su negocio, y respondiendo al entusiasmo del público con esta oferta diferenciada, fue ampliando su variedad de productos, importándolos primero de Europa, y luego del resto del mundo. A éstos, sumó también algunos de producción propia y otros de suministro local.
Con los años, Casa Rica fue creciendo hasta contar con una de las bodegas más completas del Paraguay, un bazar exclusivo, las mejores selecciones productos y delikatessen. En los años 90, el local original de Casa Rica sobre la Avenida Aviadores del Chaco tuvo dos ampliaciones para poder cumplir con la creciente demanda de sus clientes, expandiendo su cocina, salón, línea de caja y estacionamiento. Todo ésto, exhibido en un ambiente diferenciado, sumado a su atención personalizada, permitió a Casa Rica se posicionase en el mercado.